miércoles, 28 de agosto de 2013

"Ruuum, ruuuuum"


¡He vueltoh! Pero siento decir que no es para quedarme (por ahora...).

Decidí tomarme un tiempo de vacaciones bloggerísticas  (¿existe esta palabra?), así, un poco por la face y sin previo aviso, y aunque este tiempo todavía no ha terminado (de ello depende mis ganas de escribir y de vivir en general, así como del estado de mi ordenador/cafetera) y aunque quizás no sea el mejor momento para volver a las andadas (por algunas cosas ultra-chungas que han pasado en los últimos días) he decidido escribir hoy para relataros la experiencia que llevo aguardando todo el verano (es que no me sobra gente a la que relatar mis experiencias últimamente xD): 

Mi 1ª clase de conducir (-música apocalíptica de fondo-)

La verdad es que mi escritura, mi vocabulario y toda la gramaticalidad que pueda habitar en mi ser (Eh? O_ô) se han vuelto mongolas en unos niveles que hasta a mi me asustan, así que perdonarme si escribo el verbo haber con v o si mi freshcura lingüística (mi que? xD) para relatar cosas parece la de...-paradamental-, que eso, que no pienso con fluidez cosas con grasia y salero...


Bueno tras escusarme por este comportamiento intolerable y tras vuestra decisión de seguir leyendo, no leerme nunca más, tirarme tomates, o acariciarme la cabeza para que sienta cariño, voy a pasar a relataros esta inquietante historia de sospechas, terror y angustias...


Y es que como YO ya sospechaba desde que tuve edad para manejar un coche (hace 3 años, - tosidos de persona mayor-), soy tan hábil conduciendo como un KIWI.




Yo creo que hasta ahora no había pisado una autoescuela porque mi propio cerebro tenía un mecanismo de autodefensa y protección por la humanidad que no se en que momento se apagó, pero que ha provocado una situación catastrófica irreversible...

Tras aprobar sorprendentemente el examen teórico (digo esto porque no le he podido poner menos ganas xD), me libré de subirme a un coche gracias a la semana de feria. Así que me fui a pasar un retiro de la humanidad al pueblo: Marbella`city... (Desgraciadamente mis padres no podían ser de un pueblo con río, cabras y montes en el que yo pueda meditar sobre la razón de ser de mi existencia o sentirme como el último superviviente unos días...). 

Y en este coma temporal de mi ajetreada vida me hallaba yo cuando recibí "la llamada" (como esa que si la coges mueres sin poder evitarlo de ninguna manera) y nada, mis clases ya estaba programadas... 

Después de estar una semana entumecida física y mentalmente es un trauma que de repente te suelten en una carretera para que hagas andar una cosa llena de botones y palancas... Yo en mi inmensa inocencia de la vida pensaba que el primer día iba a estar en un llano dando vueltas a lo monguer hasta que me aprendiera todos esos botones y palanquitas... PERO NO, el profesor, que supongo no le tiene mucho apego a su vida, me puso a dar vueltas por los barrios más cochambrosos de Málaga. 

La acción de sacar el coche de donde estaba ya fue toda una proeza para mí, y yo todavía en lo que iba siendo mi cada vez más lejana ilusión pensaba "ahora iremos al llano a dar vueltas" (Jajajaja...)

"Gira a la derecha": IIIIIIIgggggg. Y en ese momento Ana abrió los ojos a algo que había sido indiferente para ella toda su vida: coches en doble filas y gente cruzando por donde le sale del alma.

Mientras intentaba no provocar un siniestro pasando por una callecilla de mierda, mi cabeza iba dando vueltas a miles de preguntas ¿si me estrello lo tendré que pagar yo?, ¿si atropello a alguien y le rompo una cadera estoy respaldada por la ley si voy en el coche de la autoescuela?, ¿pondrán una foto mía con "no dejar entrar" en todas las autoescuelas de España después de esto? ¿mañana lloverá cuando tenga que volver a subirme aquí?, ¿volveré a subirme aquí? ...

Yo no se si de los propios nervios o del aire acondicionado que estaba puesto en modo llanura siberiana mis manos se estaban empezando como a agarrotar apretando el volante a los rigor mortis. Yo le iba explicando al profesor que siempre que jugaba a un juego de coche en la Play con mis hermanos acababa estrellada, pero no con un golpe, sino con explosiones y fuego y todas esas cosas dramáticas... El pobre profesor con toda su buena intención intentó darme conservación para que no estuviera tan tensa en la carretera (que si que bonita Granada, que si que bonito el arte, blablabla), pero yo, involuntariamente, cada vez que intentaba hablar le daba a acelerar, por lo que he llegado a la conclusión de que no puedo hablar y conducir a la vez...



Pero sin duda lo peor de todo y lo que más trabajo me costó fue controlar mi dislexia. Sietemil veces me fui por el lado contrario que me decía ("confundes la derecha y la izquiera" me decia...), a los 20 minutos el pobre ya cansado me señalaba con la mano "por aquí, por allá", además del problema de llevar pedales con los dos pies y a la vez poner cosas con las dos manos...  Después de esto he pensado seriamente en apuntarme a clases de psicomotricidad...


-Mi ser lista-


El viaje terminó, y el profesor y yo dimos un suspiro simultáneo de alivio (ya estamos compenetrados y todo xD), y mientras yo me iba arrancando los dedos uno a unos del volante, el iba rellenando papeles. "Bueno mañana a la misma hora" y los dos nos reímos nerviosamente (de nuevo la compenetración...) , él pensando "Jajaja, noveas la que me ha caido" y yo pensando "Jajaja, no voy a volver nunca más" 

Por fín salí de ese objeto del demonio: arrastrando los pies, con cara de búho (de no parpadear durante una hora) y mirando al infinito. Al pasar por una papelería me compré un fascículo de esos coleccionables de hacer pasteles, yo creo que era mi propio subconsciente que quería meterse en una cocina, tener hijos y un marido que ya sepa conducir para no tener que poner las manos en un volante nunca más...  PERO NO, yo se que esto lo tengo que hacer y ser una mujer de provecho, SERE CAPAZ y sino, pues por lo menos me llevaré a 2 o 3 por el camino, yeah xD


(Por lo menos costaba dos euros...)

Estoy cansada de escribir xD. Ya queda poquito para que termine el verano, y yo casi que me alegro, aunque en el fondo me da pena (tenía muchas ilusiones puestas en estas vacaciones...). Supongo que ya no escribiré hasta septiembre, tengo que hacer un par de exámenes (escalofrios me dan de pensar en mi piso de Granada...) y arreglar algunas cosillas, así que por lo menos una semanilla más de blogvacaciones me queda.

Yo solo os doy un par de recomendaciones antes de irme: disfrutad los últimos días de vacaciones, estad con las personas a las que queréis, sed buenos y no dejéis los coches aparcados en doble fila ni crucéis sin mirad desde 18,15 hasta 19,15.

¡Adioooos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Venga, desahógate: